martes, 29 de noviembre de 2016

Ciudades bajo la nieve.


Ciudades bonitas bajo la nieve

A lo largo del planeta podemos encontrar un sinfín de preciosas ciudades que, cuando los termómetros marcan bajo cero, se vuelven más hermosas aún. Lugares en los que al caer los primeros copos de nieve su estampa se transforma completamente, y ver un atardecer o el simple sol reflejándose en el manto blanco no tiene nada que ver con lo que podemos ver el resto del año.
Arrópate con un buen abrigo y prepárate para descubrir estas 15 ciudades, las más bonitas cubiertas del blanco de la nieve y que te brindarán las mejores postales.
IMGDEST


Tallin es la niña bonita del Báltico, la capital de Estonia se caracteriza por su aire medieval de cuento de hadas que ya solo por eso encantará. Las diferencias entre estaciones en el norte de Europa son sorprendentes, y en Tallin esto se aprecia muy bien. En invierno, tiene un encanto especial y la imagen que ofrece es idílica.



Imagínese la Gran Manzana cubierta de nieve… Como escenario de una película de las que tanto gustan, las calles de Nueva York se convierten en pistas de patinaje improvisadas o en lugares de juego. El atractivo de esta ciudad bajo el blanco de la nevada es fascinante.



Innsbruck es capital del invierno, siendo hasta en tres ocasiones sede de los Juegos Olímpicos de Invierno. Así que esta ciudad es la ideal para pasar unas vacaciones 100% invernales. Esta ciudad ofrece numerosas opciones a todos aquellos amantes del frío, desde un paseo en trineo de caballos para disfrutar de su lado más romántico, esquiar en alguna de sus 9 estaciones, o visitar sus 6 mercados de Navidad.



La ciudad de contrastes, cultura e historia que se dan de la mano para deleite de los turistas. En invierno, Berlín espera con sus mejores galas la llegada de visitantes. Un paseo por sus calles cubiertas de nieve con un típico Glühwein (vino caliente con canela) es un plan perfecto para conocerla.



Alucinar con su espectacular Torre CN, un paseo por el distrito histórico The Distillery o una visita al Salón de la Fama de Hockey Hielo, son algunos de los planes que no podrás olvidar si visitas Toronto. Y qué mejor que hacerlo bajo un bonito manto de nieve...



Turín, la auténtica joya italiana te espera a los pies de los Alpes. Sus calles repletas de historias, sus cálidas cafeterías y edificios de épocas tan dispares, nos muestran la riqueza cultural de esta ciudad tan formidable. Además, en invierno se convierte en el paraíso de los amantes del esquí.



Imaginar la belleza de la ciudad de Praga es inevitable, pero si encima le sumas una capa de blanca nieve, es pura magia. Sus calles empedradas, edificios históricos, cúpulas, cafés,… Y en invierno es aun más increíble, con sus encantadores mercados navideños o el impresionante río Moldava congelado.



Se sitúa a los pies del majestuoso Mont Blanc y se conforma como un lugar de culto para los amantes del alpinismo, las ultras de montaña y la naturaleza en estado puro. CHAMONIX, que mira con muy buenos ojos el turismo de montaña y así lo refleja su arquitectura cambiante y diversa, es un paraíso invernal.



BARILOCHE, pequeño paraíso para los amantes de los deportes de nieve se encuentra bajo los Andes, la más europea de las ciudades Argentinas. Sus imponentes paisajes y arquitectura característica te sorprenderán.



Dicen que ZÚRICH es la ciudad con mayor calidad de vida de todo el planeta, pero también uno de los mejores destinos de invierno. El paisaje que ofrece cuando se cubre de blanco es espectacular. Recorrer el casco antiguo, sus tiendas de antigüedades o alguno de sus 50 museos, son algunos de los planes con los que disfrutar de Zúrich.



Como no podía ser de otra manera, el invierno en WASHINGTON DC es de película. Patinar sobre el hielo en la National Gallery of Art Sculpture Garden; alucinar con el gigantesco árbol de Navidad que custodia la Casa Blanca; o disfrutar del clásico navideño por excelencia: El Cascanueces. Son algunos de los mejores planes para disfrutar de un invierno de cine en EEUU.



Al norte de noruega se encuentra Tromsø, muy cerca del Círculo Polar Ártico. Se trata de uno de los centros culturales del país, en los que en verano gozan de sol a medianoche, pero en invierno carecen completamente de él. Viven lo que se conoce como la noche polar y va desde mediados de noviembre hasta mediados de enero. El casco antiguo de esta ciudad es precioso, conserva numerosos edificios de madera pintorescos, pero nada es inigualable a uno de los espectáculos naturales más impactantes: la aurora boreal.



Visitar SAN PETERSBURGO en invierno debe hacerse totalmente concienciado de que la nieve formará parte del paisaje durante toda la estación. La temperatura media en esta época es de -5º, que mantienen los canales de la ciudad y el río Neva totalmente congelados. La visita a palacios, museos y teatros de San Petersburgo ayuda a pasar mejor el frío. Además de la nieve incesante en invierno, la ciudad también se viste de Navidad, estando así el doble de bonita.



Zalzburgo es otra de las joyas europeas del invierno. Su casco antiguo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y conserva edificios de la Edad Media, el Románico o el Renacimiento. La casa natal de Mozart se encuentra aquí, convertida ahora en museo, visita obligatoria en la ciudad, al igual que la fortaleza Hohensalzburg. Además, este año Salzburg celebra el 50º aniversario de Sonrisas y Lágrimas.



EDIMBURGO, esta pequeña ciudad no es de esas en las que nieva durante meses, pero cuando lo hace, se convierte en un lugar que muestra una imagen digna de una postal navideña, casi de cuento de hadas. Con sus edificios medievales y con un castillo en pleno centro de la ciudad, Edimburgo bajo la nieve parece sacado de otro mundo. En los jardines de Princes Street se puede patinar sobre hielo o también subirse a su noria gigante, no sin antes tomarse una taza de chocolate caliente con nubes.

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