domingo, 2 de agosto de 2015

Cantabria

Comillas.

Comillas



San Vicente de la Barquera

San Vicente de la Barquera


San Vicente de la Barquera

Top 10 de pueblos de Cantabria



Bárcena Mayor 

Bárcena Mayor


Laredo

Laredo


Suances

Suances


Mogrovejo

Mogrovejo


Santillana de Mar


Santillana de Mar


Potes
Potes


Liérganes
Liérganes


Castro Urdiales


Castro Urdiales


Nacimiento del Río Ebro

Todo el mundo sabe que el río más caudaloso de España desemboca en el Mediterráneo, pero no tantos que sus primeras gotas surgen en Cantabria. El larguísimo Ebro nace en el circo del Pico Tresmares, a más de 1.800 metros de altura, aunque desde tiempos de los romanos su nacimiento oficial fue establecido enFontibre. Acércate hasta este manantial situado en el municipio de Campoo de Suso si quieres contemplar el kilómetro cero del segundo río más largo del país.

Paisajes de cuento en el nacimiento del río Ebro

La “Neocueva” de Altamira

¿Se puede entrar a la Cueva de Altamira? La respuesta es no pero sí. La capilla Sixtina del arte rupestrecuenta con una excelente réplica situada a tiro de piedra de Santillana del Mar llamada Neocueva de Altamira. En su interior se recrean artificialmente los más importantes grabados de la original, bisonte encogido y gran cierva incluidos. No obstante, en 2014 comenzó una acción que permite a varios turistas a la semana entrar dentro de la cueva real y observar de primera mano los animalitos de la roca. No obstante, esta acción contribuye al deterioro de las pinturas (deterioro para el que a día de hoy no existe remedio). Los afortunados son elegidos por sorteo entre los visitantes de la instalación.

La cueva de Altamira está muy cerca de la preciosa Santillana del Mar

Playas de Somocuevas, la Arnía y Covachos

Aunque las playas del Sardinero son las más famosas de Santander, en las afueras de la ciudad existen pequeños arenales más discretos y bellos, poco turísticos, perfectos para relajarse y olvidarse del bullicio de la capital. Para llegar conduce dirección Liencres y toma el desvío a la playa de Somocuevas o La Arnía, ambas increíblemente preciosas y mucho más salvajes, naturales, frecuentemente sin socorrista. Si la marea está baja visita Covachos, una pequeña lengua de fina arena que solo queda al descubierto cuando el mar se va. Si te apetece algo más de movimiento apuesta por San Juan de la Canal y, una sugerencia, termina el día viendo atardecer en el Parque Natural de las Dunas de Liencres, dicen que es uno de los más bonitos de la región.

Playas de postal en Liencres

Parque Natural de los Collados del Asón

En la Cantabria más oriental, aquella que linda con Euskadi, se encuentra el verde Parque Natural de los Collados del Asón, un paraíso para senderistas, espeleólogos, escaladores, piragüistas y amantes de la naturaleza en general. En esta zona articulada en torno a la localidad de Ramales de la Victoria uno puede hacer cientos de rutas, adentrarse en la enorme Cueva de Coventosa, descender el río Asón a golpe de remo, o encaramarse a las vías ferratas del Cáliz (apta para novatos) o El Risco. Si de noche aún te quedan fuerzas, toma el coche y sube casi hasta arriba el Puerto de los Tornos, justo hasta el mirador. Las estrellas que allí se encienden cuando se escapa el sol te dejarán boquiabierto. 

Casas abandonadas en el Parque Natural de los Collados del Asón

Visita salvaje al Parque de Cabárceno

Dar zanahorias a la boca a las jirafas, adentrarte en jeep en el recinto de los osos pardos, compartir una manzana con un elefante, acariciar con cuidado a un rinoceronte blanco o sujetar en tu brazo un águila imperial. En eso consiste la visita salvaje al Parque de Cabárceno en la que siempre estarás acompañado de un veterinario y/o cuidador que te irá explicando cómo cuidan a los animales y el porqué de tu presencia allí. Aquí los seres vivos no son juguetes y se les trata con un respeto exquisito. Esta visita es una experiencia única que quizá no puedas vivir en ninguna otra parte del mundo. Desgraciadamente no es apta ni para todas las edades (hay un mínimo de años) ni para todos los bolsillos (cuesta más de 100 euros).

En Cabárceno podrás disfrutar de todo tipo de animales salvajes en un entorno único

El Capricho de Gaudí 

El gran arquitecto Antoni Gaudí tuvo a bien dejar en Cantabria un bello edificio modernista. Lo encontrarás en la localidad de Comillas, un bonito pueblo sito en la costa occidental de la región. La construcción responde al nombre de El Capricho, aunque su denominación real es Villa Quijano. La decoran un montón de motivos y flores que vigilan la entrada de los comensales que se animan a visitarlo. Hasta el año 2009 El Capricho fue un restaurante, pero ahora está abierto a visitas que permiten explorar este espacio tan singular. Puedes completar tu visita a la zona subiendo hasta el Palacio de Sobrellano o, si te gustan los camposantos, visitando el cementerio. El ángel exterminador que se encuentra en la puerta es inofensivo, palabra.  

El imponente Palacio de Sobrellano domina el paisaje de Comillas

Cueva del Soplao

Aunque Cantabria está llena de grutas para explorar, es la Cueva del Soplao la más famosa de todas ellas. La encontrarás bajo las montañas cercanas a la marinera de San Vicente de la Barquera y, si quieres entrar,mejor reserva porque todo el que viene quiere pasar. No me extraña, su interior alberga una de las mayores concentraciones de estalagmitas excéntricas del mundo. Son blancas, enrevesadas e imposibles, nunca has visto nada igual. Para conocer El Soplao hay dos modalidades: la visita regular guiada por la sala principal (bien acondicionada e iluminada, muy espaciosa, apta para gente poco amante de los espacios cerrados), y la vista aventura, más cara, larga y tipo espeleología pero aún con todo sin mucha complicación, ideal para una mañana en familia fuera de lo normal. 

San Vicente de la Barquera es mucho más que el pueblo de Bustamante

Faro del Caballo 

No hace falta irse a Mallorca para disfrutar de aguas turquesas. Podrás encontrarlas cristalinas y hermosas a los pies del monte Buciero o Peña de Santoña, la elevación que preside la gran bahía de Laredo. Una agradable ruta por el bosque lleva hasta este recóndito lugar solo accesible a pie o en barco (de hecho, ir en barco es lo ideal). Sigue las flechas que te llevarán hasta sus escaleras y, una vez allí, hártate de paciencia pues tendrás que bajar más de 600 peldaños irregulares hasta llegar al lugar. Merece muchísimo la pena, aunque mejor si tomas algo contra las agujetas para no sufrir el día después. Una vez abajo, si te apetece y sabes nadar, puedes lanzarte al agua. Mucho ojo antes de saltar, comprueba que serás capaz de volver a subir después por las cuerdas. 

En ruta hacia el Faro del Caballo

Picos de Europa

Los amantes de la naturaleza y las alturas tienen una cita ineludible con los Picos de Europa cántabros. Podrás subir a ellos sin esfuerzo tomando el teleférico de Fuente De, una instalación que salva en un par de minutos una distancia de 750 metros de altura. Una vez allí maravíllate con la vista del Mirador del Cable (hay una parte de ‘suelo de rejas’ solo apta para valientes) o diviértete explorando la zona. De hecho, si tienes ganas de travesía, puedes cruzar las montañas hasta llegar a Asturias aunque para hacer esto lo recomendable es tener un día entero, mejor dos para disfrutar del paisaje con toda la tranquilidad del mundo.

Los Picos de Europa son un paraíso para los amantes de la naturaleza y el senderismo

Palacio de la Magdalena 

Un clásico de Santander que no por típico deja de ser hermoso. De hecho es un lugar por el que no puedes dejar de pasar cuando estés en la capital de la región. La antigua residencia de verano de los reyes de España sigue manteniendo en el siglo XXI su elegante porte victoriano que ahora sirve de sede a muchos de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Su situación no podría ser mejor: ocupa una pequeña lengua de tierra rodeada de playas y acantilados entre la zona del Sardinero y la de Reina Victoria. Un hermoso entorno salpicado de pinos, focas, pingüinos y columpios harán las delicias de grandes y mayores. Un lugar tan auténtico que aquí se rodó la serie ambientada a principios del siglo XX “Gran Hotel”. 

El Palacio de la Magdalena, testimonio del paso del tiempo en Santander

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